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viernes, 18 de noviembre de 2011
Capítulo 3#
-Oh no, ¿Qué haces tu aquí?¿Ahora te dedicas a perseguirme?
-Tengo mejores cosas que hacer Kate, aunque no lo creas- Dijo sin mostrar ninguna expresión en la cara-
Me encantaba que me llamaran Kate, y el lo sabía más que nadie.
Encendí un cigarro y le ofrecí a el otro como muestra de que no me desagradaba que estuviera aquí.
-Bueno, y entonces... ¿Qué haces tan pronto por aquí Mike?
-No sé- dijo mientras exhalaba una larga calada- ¿No conoces esa sensación de querer huir de algo y saber el qué?
-No -mentí- eso deberías contárselo a un psicólogo. -fingí una sonrisa pero el no me correspondió, estaba apagado y seguía sin mover la cara excepto para inhalar y exhalar humo.
Interrumpió mis pensamientos con una frase que estaba esperando oír:
-Si no te importa, ¿Te apetece que vagabundeemos juntos?
Cuando el hablaba de vagabundear se refería a andar solitario por la ciudad, cosa que a mi me encantaba.
-Diría que no por orgullo, pero realmente me apetece "vagabundear" contigo.
Por fin pareció que Mike era una persona cuando sonrió al escuchar mi voz.
- Bueno, pues sígame Srta. Kate.
-No vuelvas a llamarme así- le dirigí una mirada asesina-
- Jajaja veo que nunca cambiarás.
-Exacto, nunca.
Continuamos caminando hasta llegar a un parque.
Repentinamente, comencé a sentirme incómoda.
-Bueno Kate, quiero saber todo lo que a pasado en tu vida desde que... Dejamos de vernos, por llamarlo así... ¿Algún romance? ¿Amigas nuevas?
-Soy demasiado repelente para romances... ¿Amigas? parece ser que estoy destinada a morir sola.
Yo odiaba este tipo de preguntas.
-¿Y tú qué Mike? ¿Te has encerrado en una cueva y acabas de salir?
-No, pero me siento como si hubiera sido así -rió- por cierto, nunca se te ocurra pensar que morirás sola, se que en ocasiones parecemos el perro y el gato pero en otras me siento muy bien contigo Kate, por ejemplo ahora. Y sé que si no quisieras estar aquí ya te habrías ido, lo sé, te conozco lo suficiente.
Y se que te va incomodar que diga esto, pero creo que eres mi mejor amiga.-colocó su mano sobre mi pierna mirándome fijamente.-
En efecto, me incomodó
-Pues verás Mike, vamos a ser sinceros, yo no sé ni quién soy así que inevitablemente tampoco sé quién eres tu para mi...
No pude acabar la frase, ya que me interrumpió con un largo beso, del que no me aparté rápidamente.
Cuando recapacité sobre la situación me aparté.
-Joder Mike!
Y me alejé de allí.
No quería que todo volviera a ser como antes,no quería que volvieran a dañarme otra vez.
Solo quería olvidar estos sentimientos que acababan de renacer en mi.
-Joder, joder ¡Joder! - No paraba de repetir en mi cabeza.
De repente oí como me llamaban.
-Eh Kate! ¿A donde crees que vas?- Dijo con voz sofocada ya que había estado corriendo detrás de mi.
-¡Mike joder no quiero que nos vuelva a pasar lo mismo! Joder, ¿es que no lo entiendes?
-No tiene por qué ser igual! Estos últimos meses me e dado cuenta de muchas cosas me e dado cuenta que de que te infravaloré, creía que eras una chica normal, pero no, tu no eres normal, ERES MEJOR.
Eres brillante, original y te la suda lo que piensen de ti. Eres perfecta.
-Mike me voy a mi casa.
jueves, 10 de noviembre de 2011
Capítulo 2
sábado, 22 de octubre de 2011
Capítulo 1#
viernes, 21 de octubre de 2011
Introducción y capítulo 0
En el mundo nublado de Katy, todo es diferente.
Para ella la noche es el día y el día es la noche.
Nada ocurre por casualidad, todo tiene un significado.
Nada en su mundo es normal, pero tampoco extraño;
Bienvenidos al mundo nublado de Katy.
El mundo nublado de Katy.
-No tienes gracia Mary- le decía Katy mientras se encendía su quinto cigarro de la tarde.
Para ella un cigarro era como su libertad personal, ya que era lo único que podía controlar por si misma, nadie podía impedírselo.
Tragaba caladas, y caladas de libertad; eso le hacía sentirse bien.
Miraba su alrededor y no podía evitar sentirse diferente, “Todos son copias, yo quiero ser original”, solía pensar.
-Bueno Katy, si tú tienes algo más interesante que decir estámos dispuestas a escucharte- La desafío Mary.
-Cualquier cosa es más interesante que tu ridícula conversación- Contestó ella.
-¡No te pases Katy!- Gritaron al coro Anne y Amy, las gemelas “A”; como solían llamarles.
-¡Eh!, yo no me paso con nadie, era una simple contestación- Dijo mientras apagaba su cigarro en el suelo satisfecha de lo que había dicho.
-Bueno, pues nada, si no estás a gusto vete, nadie te obliga a estar aquí escuchando “nuestras ridículas conversaciones”
Mary siempre quería tener la última palabra, pero con Katy era imposible.
-Exacto, nadie me obliga. Me voy. Hasta otro día “princesas”- Se despidió guiñando un ojo en tono sarcástico.
Se alejaba rápidamente perseguida por las miradas de todas sus “amigas”.
Para ellas era muy habitual que se comportara así.
Katy no las consideraba amigas, no tenía nada en común con ellas “Salgo con ellas por no quedarme en casa” solía decir.
Eran las ocho de la tarde, y aún así ya estaba oscureciendo.
Katy se sentó en un banco mientras miraba a la gente pasar.
“Siempre me siento observada, la gente me mira porque no soy igual que ellos,
Y por lo tanto si no soy como ellos no los merezco; o eso es lo que ellos piensan”
Por la cabeza de Katy siempre pasában ese tipo de cosas, ella nunca se había considerado igual que los demás, y tampoco quería serlo.
“No quiero ser una hormiga más, quiero ser el zapato que destruya su hormiguero”,
Solía pensar.
Encendió otro cigarro y comenzó a inhalar su preciado humo.
“¿Si no tuviera cigarrillos no tendría libertad?” Solía plantearse.
Y es que como veis, Katy está llena de dudas y contrariedades.
Nada le satisface, y nada le gusta. Pero aún así, siempre a sentido un pequeño vacío emocional, siempre ha sentido “Como si me faltara algo…”